En el mundillo de la traducción, hay diversas especialidades que requieren conocimientos específicos: traducción médica, traducción audiovisual, traducción literaria, traducción jurada, traducción jurídica… Sí, si, has leído bien, traducción jurada y traducción jurídica son distintas especialidades de la traducción. Si bien es cierto que parece que se refieran a lo mismo, tienen características y funciones distintas.

No te preocupes si eres de las personas que ha caído en el pensamiento de que traducción jurídica y traducción jurada se refieren a la misma cosa. Es fácil confundirse: el nombre parece que aluda a lo mismo porque suenan parecido. Sin embargo, lo cierto es que no tienen la misma función y lo que te puede servir para un determinado trámite, no te servirá para otro. Así que, si no quieres acabar pagando por un servicio que no necesitas, es mejor que sigas leyendo este post para saber cuándo recurrir a una u a otra.

¿Qué es la traducción jurídica?

La traducción jurídica (o legal) es aquella que se aplica a documentos tanto oficiales como privados de carácter legal. Se usa, por ejemplo, para empresas, bufetes de abogados y tribunales y versan sobre materias de índole jurídica y legal. Estos son algunos de los textos que podrían necesitar una traducción jurídica:

  • Contratos
  • Testamentos
  • Documentos corporativos
  • Sentencias judiciales
  • Leyes y reglamentos
  • Demandas
  • Poderes notariales

¿Quién hace las traducciones jurídicas?

Las traducciones jurídicas las realizan los traductores jurídicos, grandes expertos en la materia que, entre otras cuestiones:

  • son conocedores de las diferencias culturales existentes entre el derecho y los sistemas judiciales de distintos países,
  • dominan el lenguaje jurídico y legal, que es altamente especializado, en ambos idiomas, lo que les permite poder realizar una traducción adecuada y ajustada a la legislación del otro país,
  • disponen de capacidad de documentación y creación terminológica para poder traducir los conceptos y figuras legales que no tengan una equivalencia exacta en el idioma de destino.

Por estas razones, es indispensable confiar la traducción jurídica a traductores profesionales especializados en el sector legal. Se trata de documentos con efectos legales con información muy sensible, por lo que las repercusiones de una mala traducción pueden acarrear consecuencias legales graves.

¿Qué es la traducción jurada?

La traducción jurada es necesaria para documentos que deben presentarse ante entidades oficiales, como ministerios, consejerías, ayuntamientos, juzgados, instituciones académicas, entre otros. Estos documentos requieren del sello y firma del traductor jurado, lo que certifica que la traducción es fiel a la original. Se puede hacer una traducción jurada de documentos como los siguientes:

  • Certificados de nacimiento, matrimonio y defunción
  • Diplomas y certificados académicos
  • Documentos de inmigración y ciudadanía
  • Documentos judiciales que deben ser presentados en otro país
  • Licitaciones públicas
  • Escrituras notariales
  • Contratos
  • Estatutos de sociedad
  • Patentes

¿Quién hace las traducciones juradas?

Una traducción jurada, sea de la temática que sea, solo puede hacerla un traductor jurado. Este especialista:

  • está acreditado por el Ministerios de Asuntos Exteriores y Cooperación,
  • acredita y certifica que la traducción realizada es un fiel reflejo del documento original.
  • le da a la traducción un estatus oficial.

El traductor jurado también traduce textos jurídicos, pero no necesariamente, sino que puede caer en sus manos documentación de cualquier clase: homologar títulos expedidos por universidades extranjeras, certificados médicos, certificados académicos, de nacimiento, de antecedentes penales… el abanico es más amplio.

¿Qué tipo de traducción profesional necesitas?

Si bien ambas traducciones requieren un alto nivel de precisión y conocimiento, cumplen funciones distintas. La diferencia reside en la finalidad y el trámite para el que se necesita la traducción.

La traducción jurada se emplea para acreditar la equivalencia entre el documento original ante un organismo o entidad oficial que lo haya solicitado y, para tenga efecto, debe estar sellada y firmada por un traductor jurado. Por otra parte, una traducción jurídica se emplea para traducir documentos de carácter legal por un traductor especializado en el ámbito jurídico.

Si todavía te quedan dudas, consulta con una agencia de traducción para determinar el tipo de traducción que necesitas.